Los Batallones de Construcción de la Marina estadounidense, o Seabees, desempeñaron un papel crucial en el desembarco de Normandía. Su misión consistía en proporcionar equipos esenciales de desembarco y apoyo infraestructural a las fuerzas aliadas que desembarcaron en las playas de Normandía el 6 de junio de 1944.
Incluso antes del Día D, los Seabees participaron activamente en la planificación y preparación de la infraestructura necesaria para apoyar la Operación Overlord. Construyeron puertos artificiales, muelles flotantes, carreteras provisionales y pistas de aterrizaje improvisadas para facilitar el desembarco de tropas, vehículos y equipo pesado.
Cuando las primeras oleadas de asalto desembarcaron en las playas de Normandía, el 111º Batallón de Seabees estaba allí para recibirlas. Rápidamente establecieron puntos fuertes y puestos avanzados, proporcionando un apoyo logístico vital para las tropas desembarcadas. A pesar del fuego enemigo y de las difíciles condiciones en las playas, los Seabees trabajaron incansablemente para descargar barcos, reparar equipos dañados y construir infraestructuras temporales para apoyar el avance de las tropas aliadas.
Los Seabees también desempeñaron un papel crucial en la construcción y gestión de los "Mulberries", puertos artificiales construidos para permitir el desembarco de tropas y suministros directamente en las playas de Normandía. Su ingenio y dedicación contribuyeron significativamente al éxito del desembarco de Normandía y al establecimiento de una sólida cabeza de puente para las fuerzas aliadas en Europa.
La historia de los Seabees durante el desembarco de Normandía es un testimonio de su importancia vital en las operaciones militares, proporcionando un apoyo esencial a la construcción que facilitó el éxito de la Operación Overlord y la liberación de Europa.